"Hace unas semanas el mundo se revolucionó con la subasta de una obra de arte creada por una AI (inteligencia artificial). Se dice que la capacidad creativa plasmada en el arte es característica intransferible de la humanidad: eso también nos ha sido arrebatado, reflexionan algunos artistas y curadores de arte. La obra, un retrato titulado 'Edmond de Belamy', de la Famille de Belamy, impreso sobre lienzo y con un acabado borroso, además fue vendida a 432.500 dólares en la prestigiosa Christie's (ver foto).
No es la primera vez que una AI (inteligencia artificial) conquista un territorio artístico: Shelley (bautizada así en honor a Mary Shelley, la autora de Frankenstein, y creada en el MIT Media Lab) ya había dado cuenta de su capacidad de escribir historias de terror hace unos meses.
(...) Shelley escribe sus historias a partir de una base de 140 mil historias de terror de cuentos clásicos. Podemos decir que la originalidad de estas obras está en su capacidad de procesamiento, algo que excede a cualquier persona.
Shelley interactúa además vía twitter con su cuenta @shelley_ai: cada hora empieza una nueva historia a través del hashtag #YourTurn en donde invita a que los usuarios puedan escribir un fragmento, Shelley lo continúa, y así sucesivamente."
El artículo completo que firma Melina Masnatta puede leerse aquí.